Para obtener unos resultados satisfactorios, es fundamental preparar cualquier intervención de cirugía estética con todo detalle. En el caso de una blefaroplastia, aunque se trate de una cirugía muy poco invasiva, la planificación también es importante. En el conocimiento profundo por parte del cirujano acerca de la problemática del paciente y de sus expectativas radica una gran parte del éxito de una operación de cirugía estética.
Estas son algunas de las preparaciones previas antes de hacer una blefaroplastia, esto puede variar según la situación de cada individuo.
Antes de una blefaroplastia, el Dr. Nieto realiza una primera visita que sirve para hablar de la intervención y conocer las características y expectativas del paciente. Es muy importante que el Dr. Nieto sepa qué se espera de la cirugía y que, al mismo tiempo, el paciente sea consciente que una blefaroplastia puede mejorar notablemente el aspecto pero sin cambios radicales en el rostro ni un rejuvenecimiento espectacular que consigue que el paciente aparente 20 años menos. Tener unas expectativas realistas es clave para el éxito de la blefaroplastia. Y estas expectativas deben ser conocidas por el paciente y por el cirujano.
A nivel médico, antes de la blefaroplastia se realiza una exploración oftalmológica exhaustiva para asegurar que el paciente goza de una buena salud ocular. Es muy importante detectar problemas de ojo seco, que implican una poca producción de lágrima, ya que en estos casos se optaría por realizar una cirugía más conservadora para no agravarlos. Las personas que se han operado de los ojos con láser, de cataratas, de glaucoma o de retina no deben tener impedimentos para someterse a una blefaroplastia, pero sí que es importante que estos problemas estén controlados y estabilizados. También es importante conocer si el paciente tiene algún otro problema médico, alergias medicamentosas o si toma medicación de forma habitual.
Y que sucede tras una blefaroplastia, ¿Cómo es la recuperación? Desvela tus dudas.