Como ya es bien sabido, la blefaroplastia, es la intervención de cirugía estética más popular ente los pacientes mayores de 55 años. La blefaroplastia consta en la cirugía de párpados, ya sea superior, inferior de ambas. Durante 2018, este tipo de operación se ha convertido y posicionado como la tercera opción más común y popular en España.
No todo el mundo está dispuesto a someterse a este tipo de operaciones, pero sí que muchas gente lo realiza, ya sea por el paso de la edad, o por problemas no solamente estéticos, sino de la propia salud.
La blefaroplastia la más desapercibida de las cirugías estéticas
En las primeras posiciones de las primeras intervenciones se encuentra el aumento de mamas y las liposucciones (abdominplastias), pero es con el paso del tiempo, y conociendo cada vez más los resultados de la blefaroplastia, ésta se ha convertido en la medalla de bronce por lo que en estética se refiere.
Este tipo de procedimientos quirúrgicos disponen de una recuperación rápida pero también hay que pensar en que hay que mantener un buen esfuerzo para el cuidado.
Pero ahondando en las este tipo de intervenciones, hemos hablado mucho del tema en este blog. Las personas que comprenden la edad entre 55 y 60 años son las que más solicitan este tipo de intervenciones, dado el paso de la edad, los párpados tienden a caerse, y las bolsas en la parte inferior de los ojos comienzan a aparecer.
El cuidado de la mirada, o más bien, el rejuvenecimiento es el principal objetivo de esta cirugía, pero el ánimo de mejora en la salud visual y facial, es otra de las razones más pesadas para someterse a este tipo de intervenciones.
La blefaroplastia suele ser una de las operaciones más desapercibidas de todas, por lo que en realización y recuperación se refiere, pero… ¿En qué consiste?
No es lo mismo operar a un veinteañero que a una persona que tiene 55 años, es por ello que para estos últimos casos se realiza una incisión transconjuntivales, en la zona del interior de los párpados, sin dejar cicatrices visibles y con resultados permanentes.
En los casos de pacientes mayores, y con el objetivo para minimizar también las cicatrices, las incisiones de la operación se hacen con un estilo de líneas naturales en los párpados superiores y, justo debajo de las pestañas de los inferiores, separando la piel de la grasa y el músculo subyacentes.
Una vez realizado ello, se extirpa el exceso de grasa y, si es necesario, el de piel y músculo. Pasado el tiempo de una semana, se extraen los puntos, y pasadas las dos semanas, se acostumbra a desaparecer los hematomas y los moratones, aunque la aplicación de pomadas especializadas y compresas frías, pueden ser la clave para amortiguarlos.
En definitiva, someterse a una operación de blefaroplastia puede ser una de las grandes soluciones si lo que necesitas es eliminar el exceso de grasa en el párpado y rejuvenecer la mirada, y eso es lo que buscan los pacientes de una edad madura. Desde Blefaroplastia conocemos todo lo que necesita cada uno de nuestros pacientes para mejorar su rostro.