Durante las vacaciones navideñas, especialmente en fin de año, en algunas sociedades es una tradición usar fuegos artificiales como señal de festividad, de celebración. En ocasiones niños e incluso adultos se dejan llevar por la emoción y olvidan los riesgos a los que se exponen con esta práctica. Los fuegos artificiales son una fuente de peligro latente, que debe ser tratada con la máxima precaución posible. De entre las distintas consecuencias dañinas que pueden provocar, las quemaduras en los ojos se consideran de las más severas y extendidas. Para evitar daños irreparables, ¿cómo podemos cuidar los ojos en fin de año?
El mal uso de los fuegos artificiales puede ocasionar quemaduras oculares en la córnea, pudiendo incluso degenerar a una ceguera irreversible. Cada año se registran frecuentes casos de niños que han sufrido daños oculares por la utilización de pirotécnicos. Es importante que los padres tomen precauciones para evitar accidentes oculares lamentables. Aun así, ellos mismos también deben protegerse y no exponerse demasiado al peligro que suponen los fuegos artificiales. Algunos departamentos de emergencia registran aproximadamente 50 niños dañados por quemaduras cada fin de año.
El daño en la superficie ocular puede traducirse desde ligeras quemaduras poco importantes y erosiones, hasta mutilaciones de los tejidos o pérdida total del ojo. Aunque la gravedad de estas situaciones es distinta, ante cualquiera de ellas se debe acudir rápidamente al oftalmólogo.
Pero los daños derivados de los fuegos artificiales no son la única consecuencia. En fin de año también son frecuentes los accidentes por golpes, cortes u objetos que se introducen accidentalmente en los ojos. Dichos daños son igual de importantes, por lo que, si se producen, se debe acudir de inmediato al servicio de emergencias más cercano.
Ante estos casos de urgencia, los padres, si se trata de niños, o los mismos adultos pueden seguir distintas recomendaciones. En caso de golpes en el ojo, es aconsejable aplicar una compresa fría en la superficie ocular sin hacer presión. La compresa debe descansar de forma suave sobre el ojo. En caso de cuerpo extraño, el afectado no debe, bajo ninguna circunstancia, frotarse el ojo. Enjuagarlo con agua abundante es la mejor solución. Por último, recomendaciones respecto a cortes y objetos introducidos en el ojo. En estos casos se debe proteger el ojo del afectado sin aplicar presión y no tratar de retirar el objeto o lavar el ojo.
Es importante tener en cuenta que las recomendaciones mencionadas sólo sirven para no agravar la situación. Mientras se procede a ellas, es importante contactar con el especialista indicado, que estudiará la solución más adecuada según el caso. ¿Cómo podemos cuidar los ojos en fin de año? La respuesta la tiene en sus manos.