Existen muchas maneras de frenar o luchar contra el envejecimiento de la piel del rostro y uno de los más populares en los últimos años es el tratamiento con botox. Celebrities y personajes populares han tratado de rejuvenecer su rostro con inyecciones de botox, algunos con mejores resultados estéticos que otros. Esta toxina botulínica, comercializada con el nombre Botox, es un medicamento que busca reducir las arrugas de expresión del rostro. El objetivo del tratamiento no es conseguir una cara “congelada” o paralizada sino una cara más relajada. Por eso es importante ponerse en manos de los mejores especialistas en tratamientos de medicina estética para que su aplicación sea adecuada y correcta.
El botox y el rejuvenecimiento facial
Actualmente, el botox es la sustancia más usada en los tratamientos de rejuvenecimiento facial sin cirugía. El botox se inyecta en pequeñas dosis sobre ciertos músculos faciales para conseguir un aspecto más relajado y descansado. En el rostro, son principalmente tres las áreas en las que la toxina botulínica funciona especialmente bien: la frente, el entrecejo y las patas de gallo.
El tratamiento con botox se realiza en la consulta. Primero se aplica una crema anestésica para que el tratamiento sea más agradable y reducir la sensibilidad de las zonas que van a recibir las inyecciones. Se aplica en pocos minutos y el efecto aparece a los 3 o 5 días. La duración del tratamiento es de 4 a 6 meses, después se debe repetir para mantener el efecto. Es bastante frecuente que, en aplicaciones posteriores, se necesite menos dosis para obtener los resultados deseados. Las complicaciones del tratamiento con botox no son habituales siempre que las inyecciones sean aplicadas por profesionales. La ventaja es que los resultados no son permanentes ya que el efecto del medicamento es pasajero.