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La técnica del Lipofilling facial consiste en extraer células grasas (adipocitos) del propio paciente e inyectarlas en otras zonas del cuerpo. La zona donante suele ser el abdomen pero pueden usarse otras zonas como los muslos o los flancos.
Uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento facial es la pérdida de volumen causada por la progresiva atrofia grasa. Imagínese un globo hinchado simulando la cara de una persona joven. A medida que pierde aire aparecen pliegues en el globo, y algo similar sucede con la cara. La pérdida de volumen contribuye a la laxitud de los tejidos faciales, con la aparición de arrugas y flacidez.
Existen una gran variedad de sustancias inyectables en el mercado para tratar esta pérdida de volumen, entre ellos los derivados del ácido hialurónico. Estas sustancias funcionan muy bien, pero su efecto es limitado en el tiempo ya que se reabsorben, y esto es un problema en casos en los que se necesitan volúmenes importantes. El injerto de grasa autóloga (también llamado lipofilling, o lipoestructura) tiene la gran ventaja de ser permanente, además de ser un tejido propio y por tanto 100% biocompatible. Además, las inyecciones contienen no sólo células grasas (adipocitos), sino también células madre y factores de crecimiento. Esto explica la mejoría en la textura de la piel de las zonas tratadas.
La técnica Lipofilling facial fue descrita por primera vez en por el Dr.Sydney Coleman de Nueva York en 1987, y desde entonces sus indicaciones se han multiplicado y la técnica se ha perfeccionado.
La técnica del Lipofilling facial consiste en extraer células grasas (adipocitos) del propio paciente e inyectarlas en otras zonas del cuerpo. La zona donante suele ser el abdomen pero pueden usarse otras zonas como los muslos o los flancos. El procedimiento se realiza bajo anestesia local con sedación generalmente. La recolección de la grasa se realiza mediante cánulas de liposucción, y el material obtenido de la aspiración se selecciona para obtener una mayor concentración de adipocitos, factores de crecimiento y células grasas. Se pueden retirar cantidades variables de grasa en función de las necesidades de cada caso.
El material obtenido se inyecta en diferentes zonas de la cara, incluyendo las cejas, las sienes, las mejillas, los labios y los pliegues nasolabiales.
El Lipofilling facial es un procedimiento mínimamente invasivo, con poco tiempo de inactividad. Los primeros días aparecerán hinchazón y algún morado, pero en general se resuelven en 7 a 10 días. Normalmente no todas las células grasas que inyectamos sobrevivirán, por lo que se inyectará un poco más de volumen del necesario en previsión de esto. También puede ser necesario algún retoque con nueva inyección de grasa. Los bultos o nódulos tras este tratamiento son raros si las inyecciones se han ejecutado correctamente.
El Dr. Nieto es un referente en cirugía oculoplástica. Combina su actividad en cirugía reconstructiva en la medicina pública con su actividad privada reconstructiva y cosmética en la Clínica Corachán de Barcelona y el Instituto Oftalmólogico Gabriel Simón de Madrid.
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