El ojo lloroso, causas y tratamiento del lagrimeo

glandulas de meibomio ojo lloroso

La mayoría de nosotros experimentaremos algún episodio de lagrimeo excesivo en nuestros ojos en algún momento de la vida. Estos pueden ser autolimitados en el tiempo y responder a una causa concreta, o aparecer sin causa aparente e instalarse en nuestras vidas como algo crónico y molesto para el día a día.

Podemos dividir las causas de lagrimeo fundamentalmente en dos tipos: relacionadas con alguna alteración oftalmológica, o relacionadas con el sistema de drenaje de la lagrima.

Causas oftalmológicas que pueden derivar en lagrimeo

Cualquier alteración oftalmológica que cause irritación de la superficie ocular puede causar lagrimeo. Por ejemplo, una conjuntivitis, sea infecciosa o alérgica, o una alteración de la cornea en forma de queratitis. La queratitis puede aparecer tras cirugías oculares, tras exposición solar excesiva, cloro de piscinas, uso excesivo de lentes de contacto, o después de un traumatismo ocular que afecte a la córnea. Este tipo de casos son fáciles de diagnosticar ya que se suelen acompañar de una causa identificable, y además la exploración ocular llevará al diagnóstico y tratamiento adecuados.

Existe otro gran grupo de causas de lagrimeo de origen oftalmológico que son causadas por alteraciones de la película lagrimal. Tradicionalmente se han clasificado estas dentro de un cajón de sastre llamado “ojo seco”, pero hoy sabemos que esto es una simplificación que no se ajusta a la realidad y que no ayuda a los pacientes a entender su problema. Cualquier alteración de la composición adecuada de la lágrima puede dar lugar a irritación ocular, que puede ser muy leve, acompañada de lagrimeo o sensación de ojo húmedo. Dentro de las alteraciones de la lágrima podemos encontrar aquellas en las que hay un descenso en la producción de lágrima, el clásico ojo seco, y aquellas en las que la composición está alterada. El ojo seco por hipoproducción de lágrima suele darse en pacientes generalmente a partir de 50 años y pueden estar relacionados con enfermedades inmunológicas como la enfermedad de Sjögren, la artritis reumatoide, y otras.

Por otro lado, cada vez en más frecuente entre pacientes más jóvenes una alteración de la composición de la lagrima causada por disfunción en las glándulas de meibomio. Estas glándulas fabrican lo que se conoce como meibum, una secreción oleosa o aceitosa que forma parte de la película lagrimal y que da estabilidad a la misma. Por causas que no se conocen enteramente, estas glándulas pueden fallar y dar lugar a un ojo seco que suele llamarse “evaporativo”, ya que la ausencia de meibum en la lagrima hace que esta dure poco en la superficie ocular. Esto ocasiona a los pacientes fatiga visual ante el ordenador, molestias, lagrimeo, enrojecimiento ocular e incluso a veces orzuelo o chalación. Las causas de la disfunción glandular son múltiples: estrés , mala alimentación, blefaritis, mala higiene ocular, etc…

Alteraciones del sistema de drenaje de la lágrima

La lágrima se drena normalmente hacia la nariz con ayuda del parpadeo, que la bombea hacia los conductos lagrimales. Cualquier alteración en esta seria de conductos puede dar lugar a una interrupción en su drenaje y por tanto ojo lloroso. Los conductos lagrimales pueden obstruirse desde su inicio, en lo que se conoce como puntos lagrimales, en su porción media (canalículos lagrimales), o en su parte final, llamada conducto lacrimonasal.

 

La alteración de la vía lagrimal generalmente no tiene una causa concreta, y suele aparecer en edades mas avanzadas, aunque puede afectar a jóvenes. Es frecuente que la obstrucción lagrimal se presente como lagrimeo unilateral, y sin grandes signos de irritación. Es simplemente un ojo húmedo, mientras que el ojo contralateral está bien. Cuando el lagrimeo se presenta de forma unilateral, suele orientar al oftalmólogo a una obstrucción lagrimal, y la exploración puede diagnosticarlo.

 

Tratamiento del lagrimeo

Irá orientado a la causa del problema. Si existe una obstrucción lagrimal, el tratamiento siempre será quirúrgico, y tiene altas tasas de éxito.

El tratamiento de las causas oftalmológicas variará mucho en función de aquella. El tratamiento puede ser frustrante en casos de disfunción de glándulas de meibomio. Estos casos deben acompañarse siempre de suplementación por vía oral con preparados de omega 3 y antioxidantes como la astaxantina. Además de esto, una combinación de otros tratamientos como el masaje glandular o la luz pulsada intensa pueden ser necesarios para que el paciente tenga una calidad de vida adecuada.

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DR. JOSE NIETO EXPERTO EN BLEFAROPLASTIA

El Dr. Nieto es un referente en cirugía oculoplástica. Combina su actividad en cirugía reconstructiva en la medicina pública con su actividad privada reconstructiva y cosmética en la Clínica Corachán de Barcelona y el Instituto Oftalmólogico Gabriel Simón de Madrid.

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MIEMBRO DE:
José Nieto Enríquez - Doctoralia.es
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