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El párpado caído (ptosis palpebral) es un descenso del párpado superior que provoca que el éste cubra el ojo más de lo normal. El paciente tiene dificultad para abrir los ojos con normalidad, lo cual suele causar fatiga al final del día y puede dificultar la visión dependiendo del grado de ptosis.
En la ptosis palpebral, el paciente adulto tiene dos consecuencias principalmente. Por un lado la alteración estética que produce, y por otro pérdida de campo visual superior (efecto visera). Cuando la ptosis es bilateral (de ambos ojos) y aparece lentamente puede pasar desapercibido por el paciente durante mucho tiempo, pero cuando es unilateral es muy llamativa por leve que sea.
En edad infantil un párpado caído puede dar lugar a un ojo vago (ambliopía), ya que el ojo no recibe la suficiente estimulación visual para desarrollar la visión normalmente.
En el adulto suele aparecer de forma progresiva y la causa más frecuente es el estiramiento progresivo del músculo elevador del párpado que se produce con la edad. El párpado pierde su anclaje con el músculo y éste es incapaz de elevarlo a una altura adecuada.
La ptosis congénita (desde el nacimiento) se debe normalmente a una alteración del desarrollo embrionario del músculo elevador. Es decir, las fibras musculares no se han desarrollado normalmente y se encuentran sustituidas por tejido fibroso. El grado de afectación del músculo en estos casos es muy variable.
Existen otras causas menos frecuentes del párpado caído: reacciones alérgicas, enfermedades musculares, enfermedades neurológicas y traumatismos.
En aquellos raros casos en los que una ptosis palpebral aparece de forma rápida en días o pocas semanas sin antecedente de traumatismo debemos realizar pruebas de imagen craneales como una resonancia magnética para descartar patologías graves como aneurismas o tumoraciones intracraneales.
El tratamiento de para el párpado caído o ptosis palpebral es quirúrgico, y existen diferentes técnicas según el tipo de paciente. En cualquier caso, la cirugía del párpado se realiza siempre de forma ambulatoria con anestesia local y sedación en adultos.
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para tratar un párpado caído y podemos dividirlas en función de la vía de abordaje:
Para determinar qué técnica es la más indicada en cada paciente debe realizarse una exploración minuciosa en consulta.
En el niño el tratamiento se suele demorar si la ptosis es leve y no existe riesgo de ojo vago (ambliopía). Si la ptosis es más pronunciada y existe riesgo de ambliopía debe intervenirse pronto. En niños la intervención se realiza bajo anestesia general.
El postoperatorio es muy similar al de una blefaroplastia superior. El paciente suele salir con los ojos destapados y lo único que cabe esperar durante los días siguientes es hinchazón y pequeños hematomas, los cuales desaparecen entre 5 y 14 días según el paciente. Es importante aplicar frío los primeros días para acortar el proceso. Recomendamos también la lubricación ocular con colirios lubricantes y la aplicación de una pomada sobre los puntos, que se retiran a la semana.
En casos de cirugía transconjuntival la recuperación es aún más rápida. Los hematomas, si aparecen, son mínimos, y en 10 días la recuperación es prácticamente completa.
Algunos pacientes tienen poca grasa y no son buenos candidatos a esta técnica, y otros son tienen bolsas muy pronunciadas y necesitan de la retirada de grasa. El examen individualizado determina qué técnica es mejor en cada caso.
La forma de actuar y corregir un párpado caído es actuando sobre ese músculo. Una de las formas más efectivas de levantar el párpado caído es a través de la cirugía aislada por vía transconjuntival. La cirugía del párpado se realiza siempre con anestesia local y sedación y además, tiene un proceso de recuperación rápido e indoloro.
Existen tres tratamientos para tratar el párpado caído: vía anterior (por piel), vía transconjuntival o suspensión frontal.
Para paliar los efectos del párpado caído una opción adecuada es aplicar colirio de apraclonidina y una pequeña dosis de botox de forma que el resultado muestre un aspecto suave y natural. La función del botox consiste en relajar el músculo del párpado, por lo que es un tratamiento muy utilizado y eficaz para el rejuvenecimiento facial.
Tener un párpado más caído que el otro puede ser un síntoma de ptosis palpebral. Ocurre cuando el párpado pierde la sujeción con el músculo y éste último no puede elevarlo a la altura adecuada.
Las causas de la Ptosis palpebral son diversas, pero entre las más comunes encontramos: alergias, enfermedades musculares, enfermedades neurológicas y traumatismos.
Los párpados caídos se debe normalmente a una variación o alteración en el desarrollo embrionario u otras causas como alergias, enfermedades musculares o neurológicas.
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El Dr. Nieto es un referente en cirugía oculoplástica. Combina su actividad en cirugía reconstructiva en la medicina pública con su actividad privada reconstructiva y cosmética en la Clínica Corachán de Barcelona y el Instituto Oftalmólogico Gabriel Simón de Madrid.
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