La blefaritis es una patología ocular muy común. Se define como la inflamación del reborde de los párpados, el punto donde nacen las pestañas. La blefaritis puede ser de distintos tipos, pero los signos y síntomas son muy similares. Escozor, picor, ojos rojos, orzuelos y chalaziones frecuentes, así como legañeo matutino, son los síntomas más comunes del paciente con blefaritis.
Es importante tener en cuenta que se considera como una patología de condición crónica, es decir, no existe una solución fácil y rápida a la misma. Aun así, proceder a un tratamiento adecuado puede llegar a controlar la blefaritis y aliviar los síntomas al paciente.
Remedios para reducir los síntomas de la Blefaritis
En este sentido, existen diferentes remedios para reducir los síntomas de la blefaritis: una adecuada higiene de párpados, ungüentos antibióticos y antiinflamatorios y tratamientos orales. De entre los pacientes que padecen la patología, la higiene palpebral diaria ha resultado ser el tratamiento más eficaz. Para conseguir buenos resultados, debe realizarse dos veces al día y focalizar la higiene en la raíz de las pestañas. En el mercado existen pequeños packs comerciales que incluyen toallitas elaboradas específicamente para esta causa. Éstas incorporan jabón suave y especialmente diseñado para tratar la blefaritis. Una alternativa a las toallitas es utilizar jabón de bebé rebajado a la mitad con agua y vertido sobre un paño suave. Sin embargo, en ocasiones también está indicada la aplicación de ungüentos antibióticos durante períodos cortos de tiempo. Al ser una patología ocasionada por el sobrecrecimiento bacteriano y/o a una disfunción en las glándulas de los párpados, las soluciones antibióticas también aportan un control y estabilidad de la misma. En casos rebeldes puede ser necesario el tratamiento con doxiciclina por via oral durante un período mínimo de 2 meses. Este antibiótico, usado en dosis bajas, tiene la propiedad de regular la función de las glándulas de meibomio, que están frecuentemente afectadas en la blefaritis.
En conclusión, aunque la blefaritis es una patología que, en primer plano, no presenta un tratamiento curativo fácil y definitivo, puede contralarse. Para asegurarse de una buena higiene palpebral, el Dr. Nieto asesora sus pacientes, así como gestiona y evalúa la evolución de la blefaritis. Una buena relación entre el médico y el paciente es fundamental en estos casos, ya que asegura un cumplimiento adecuado del tratamiento y unos resultados óptimos para el paciente. Si presenta alguno de los síntomas expuestos, no dude en consultar al Dr. Nieto.