La cirugía estética de párpado inferior, conocida como blefaroplastia inferior, suele tener el objetivo de eliminar las antiestéticas bolsas de grasa de debajo los ojos que nos dan apariencia de cansado. Con dicha cirugía, el paciente busca recuperar un aspecto más juvenil y fresco. Se trata de una cirugía muy agradecida pues tiene un impacto estético muy positivo sin alterar la morfología del paciente.
A continuación, resolvemos las dudas típicas sobre esta cirugía, para así, poder profundizar luego acerca de la transposición de grasa:
¿Las bolsas del párpado inferior son de grasa?
Sí, se trata de la grasa que pertenece a la órbita. Es decir, parte de la grasa que rellena la cavidad orbitaria y le da soporte al ojo. En algunas personas, esa grasa se hace visible con los años (no es grasa que se genere de nuevo). Las bolsas no son de “agua”, solo que a veces pueden estar más o menos hinchadas según la retención hídrica.
¿Las bolsas aparecen por dormir mal o llevar mala dieta?
No, las personas que tienen bolsas suelen tener algún familiar que también las tiene. Es decir, es fundamentalmente genético.
¿Las bolsas vuelven a salir?
No, tratadas correctamente, no vuelven a salir. La explicación es que la grasa de la órbita no se regenera.
¿La mejor vía es la transconjuntival?
Sin duda. El motivo es la menor invasividad comparado con el abordaje a través de la piel. Si hacemos la cirugía de las bolsas por vía conjuntival no tocamos el musculo orbicular que da soporte al párpado, por lo que es más inofensivo. Además, estaríamos evitando la cicatriz.
¿Qué es la cirugía de transposición de grasa?
Se trata de una variante de la blefaroplastia inferior en la cual las bolsas de grasa no son totalmente extirpadas. Con dicho proceso, buscamos utilizar esa grasa para mejorar los surcos del párpado inferior. El objetivo de ello sería evitar el aspecto de ojo hundido tras la blefaroplastia inferior.
Aparentar tener el ojo hundido o tener un aspecto cadavérico, es uno de los miedos más comunes en los pacientes tras la retirada de las bolsas. La transposición de grasa evita este problema, ya que “movemos” la grasa de las bolsas y la colocamos por encima de los surcos del párpado inferior. Esto da un mejor resultado y además es más estable en el tiempo, ya que por el contrario los hundimientos tienden a verse peor con el tiempo. Esta cirugía se realiza por vía transconjuntival.
Hay que diferenciar la transposición de grasa con la técnica del lipofilling. En el caso de la transposición, la misma grasa que forma las bolsas la desplazamos sobre los surcos. Esta grasa nunca llega a estar “suelta”, si no que mantiene sus anclajes y su vascularización.
El lipofilling en cambio, utiliza grasa aspirada de otra región para luego inyectarse en la zona deseada. Es una técnica adecuada también para algunos casos, pero siempre que haya grasa de las propias bolsas, es preferible realizar la transposición de grasa.